Congreso Europeo de Psicoanálisis
Por videoconferencia – 3 et 4 juillet 2021

¿Querer un hijo?
Deseo de familia y clínica de las filiaciones

 

Direction : Dominique Holvoet

Commission d’organisation naissante : Anne Debecker, Astrid Lacroix, Cécilia Naranjo, Céline Aulit, Céline Danloy, Claire Piette, Guy Poblome, Katty Langelez, Marta Gonzalez, Nathalie Crame, Phénicia Leroy, Thomas Roïc, Thomas Van Rumst, Véronique Pipers, Virginie Leblanc
et beaucoup d’autres à venir

Avec le soutien et la participation du bureau de l’EFP : Domenico Cosenza (président), Maria Bolgiani (secrétaire), Alide Tassinari (trésorière)

Deseo de familia y clínica de las filiaciones

Ya en 1938, Jacques Lacan planteó la familia humana como una institución[1]. Los frenéticos intentos de reducirla a un hecho biológico son una causa perdida que busca proteger el orden natural de lo real, particularmente en temas de reproducción y sexualidad. La ilusión de una supuesta familia natural ha estallado en pedazos desde que la ciencia tocó a la naturaleza y que lo real escapó, provocando un gran desorden en las estructuras tradicionales de la experiencia humana. En el contexto de estos impasses crecientes, Jacques-Alain Miller llamó en 2012 a una puesta al día de nuestra práctica analítica[2].

Las intervenciones de la tecnología sobre el viviente han producido así « disrupciones cada vez más numerosas y sorprendentes en los campos: de la procreación, el género y la filiación»[3] situándonos, « ante una fragmentación de la sustancia biogenética del parentesco »[4]. Querer un niño confina a la reivindicación de obtener del mercado un producto disponible gracias a la ciencia. El diagnóstico previo a la implantación abre la puerta a un desequilibrio demográfico sin precedentes en la elección del sexo, e incluso a los peores intentos de eugenismo. El comercio de la concepción llama a una regulación. La gran variedad cultural de los sistemas de parentesco identificados por la antropología es sustituida por la diversidad « de leyes para determinar cuáles son los hechos de la naturaleza relevantes para especificar las relaciones de parentesco »[5]. Como psicoanalistas no podemos negar este real fuera de la naturaleza ya que « el rechazo a acoger este hecho en lo simbólico hará que nos vuelva en lo real de una manera mucho más amenazadora »[6].

Para Freud el deseo de tener un hijo viene a la mujer como compensación fálica por lo que ella no ha podido obtener de su padre. Así, la equivalencia simbólica niño-falo instala la descendencia como sustitución del objeto perdido de deseo. Este el caso más abierto a nuestras intervenciones, como señalaba el Dr. Lacan en su nota[7], cuando el niño no viene a saturar el modo de falta en el que se especifica el deseo del padre. Pero el abordaje de la procreación por la técnica revela cada vez más lo que la naturaleza recubría púdicamente, « la falsa evidencia del vínculo natural y del universal del deseo de un hijo”[8]. Lo que revela el psicoanálisis lacaniano es que el deseo viene a recubrir un querer gozar particular, en este caso del niño. Aunque los viejos discursos siguen manteniendo que la reproducción, la sexualidad o la familia no se deben tocar, en nombre de un dios padre, estos intentos de frenar así el goce no resistirán a la reconfiguración del deseo que está en juego en las nuevas formas de alianzas. Sin embargo, « si el psicoanálisis no puede ser un instrumento del conservadurismo social […], tampoco puede suscribir a todas las aberraciones del deseo »[9]. El psicoanalista sostiene la necesidad de un deseo encarnado que se revela en el cuidado particularizado de la paternidad – término más apropiado para nuestra época que el de maternidad – asociado a una formación humana que actúa como un límite al goce[10]. [10]. Esta formación se encarna hoy en la noción de familia más que en la noción de un dios-padre. Se trata de una familia residuo, contracción de todas las formas de familias inventadas a lo largo de los siglos, que «pone de relieve lo irreductible de una transmisión […] lo que implica la relación con un deseo que no sea anónimo »[11].[11]. Hace casi un siglo Lacan señaló que esta familia nuclear no dependía de formas de parentesco sino de formas de alianzas[12].[12]. Tendremos que explorar las nuevas formas de alianzas para detectar lo imposible que en cada caso constituye la base sintomática. También tendremos que explorar la manera en que los nombres de padre y madre se reorganizan hoy en el mundo del contrato que no conoce límites[13].[13]. « Ante estas reorganizaciones tan rápidas en el uso de los nombres, el psicoanálisis – y su discurso sobre el padre y la madre – es convocado por diversas razones»[14] [14], señala a su vez Eric Laurent. El parentesco se ve atrapado en un relativismo vertiginoso porque se define como un sistema jurídico separado de cualquier tradición histórica. Este recurso creciente al reconocimiento por la ley, ahí donde falta el reconocimiento simbólico, nos conduce a un mundo de normas dislocadas de un operador deseante encarnado. Así, lo que nos retendrá en primer lugar, son los usos de los nombres de parentesco propio de cada uno para construirse como ser sexuado. El neologismo de la parentalidad testimonia de esta mutación, « significante único que viene a reemplazar al de padre y madre, pertenece a la época de los Unos separados y dispersos »[15].[15].

Tener un hijo ofrece al padre « el objeto mismo de su existencia apareciendo en lo real »[16] [16] que llama en vano al mantenimiento de una conversación permanente para asegurar la multiplicación de los operadores susceptibles de encarnar un deseo que ponga freno al goce.

El signo de interrogación de nuestro título cuestiona el querer que está en juego en la procreación. El acento puesto en el deseo de familia indica que nunca se hace un niño solo, que su llegada se inscribe necesariamente en la práctica de lalengua en la que cae. Es a partir de esta inmersión en el lenguaje que el parlêtre interrogará retroactivamente el lugar en el cual ha alojado en la filiación.

Ya sea que provenga de una donación de óvulos, de la crioconservación de gametos, cigotos o embriones, posiblemente antes de un cambio de sexo, de una maternidad subrogada, de un útero de alquiler, de una selección predictiva de embriones o de una simple relación sexual, el ser vivo que resulta llevará siempre la huella del signo que lo vio nacer como cuerpo hablante, enigma de su llegada al mundo, misterio de la unión de la palabra y el cuerpos[17],[17]« falla de lo real, que ninguna ingeniería biotecnológica, ninguna biología sintética, sabrá colmar »[18].[18]. Es este misterio que Pipol 10 se comprometerá a dilucidar, partiendo de la palabra analizante, la única que permitirá operar una actualización de los Complejos familiares en el siglo XXI.

Dominique Holvoet

[1] Lacan J., « Les Complexes familiaux », Autres Ecrits, Paris, Seuil, 2001, p. 24.

[2] Miller J-A, « Le réel au XXIè siècle, présentation du thème du Ixè Congrès de l’AMP », La Cause du désir, 82, 2012, p. 90.

[3] Ansermet F, Prédire l’enfant, Paris, PUF, 2019, p. 10.

[4] Palomera V, « Comment le droit reconfigure les paternités », Mental, 18, 2006, p. 125.

[5] Palomera V, « Comment le droit reconfigure les paternités », Mental, 18, 2006, p. 126.

[6] Miller J-A, Audition de M. Jacques-Alain Miller au Sénat concernant l’ouverture du mariage aux couples de personnes du même sexe, présidée par Jean-Pierre Sueur, 12 mars 2013. Disponible sur senat.fr

[7] Lacan J., « Note sur l’enfant », Autres Ecrits, Paris, Seuil, 2001, p.373.

[8] Laurent D., « Le désir d’enfant à l’heure de la science : incidences cliniques », Letterina, Bulletin de l’ACF Normandie, 63, juin 2014, p. 28.

[9] Laurent D., op. cit.

[10] [10] Lacan J., “Alocución sobre las psicosis del niño “, Otros escritos, Bueno Aires, Paidós, 2001. p. 384 364.

[11] [11] Lacan J, « Note sur l’enfant », op.cit.

[12] [12] Laurent E., « Le Nom-du-Père entre réalisme et nominalisme », La Cause freudienne, 60, Paris, Navarin éditeur, 2005, p. 138. 138.

[13] [13] Miller J-A, Milner J-C, « Voulez-vous être évalué ? », Paris, Grasset, 2004.

[14] [14] Laurent E., op. cit, p. 132. 132.

[15] [15] Brousse M.H., « Un néologisme d’actualité : la parentalité », La Cause freudienne, 60, Paris, Navarin éditeur, 2005, p. 123. 123.

[16] [11] Lacan J, « Note sur l’enfant », op.cit.

[17] [17] Miller J-A, « L’inconscient et le corps parlant », La Cause du désir, 88, 10/2014, pp. 109

[18] [18] Miller J-A, « L’avenir de Mycoplasma laboratorium » , Lettre Mensuelle, 04/2008, n°267. – p. 11-15 11-15